Tienen por lo general formas regulares, pero su peso se encuentra distribuido de manera irregular en su volumen, debido a que los compresores, motores, etc, que son los elementos más pesados de las máquinas de climatización no están colocados en el centro de la planta, sino que se encuentran desplazados en un lado o esquina porque el resto de la máquina está formada por otra serie de componentes funcionales para su cometido específico, que por lo general son frágiles y el total es voluminoso.
La parte resistente es su chasis. El resto es frágil: partes móviles, tapas, elementos de control electrónicos e informáticos, input-outputs, con fluidos que no se pueden derramar, con calibraciones que no permiten su inclinación, vibración, etc. Se debe tener mucho cuidado durante su manipulación y traslado para no provocar daños en la máquina ni en las superficies de paso del recorrido.
Dependiendo del tipo de maquinaria y de los lugares, superficies, desniveles y resistencia de forjados a través de los que haya que moverlas, utilizamos métodos y herramientas diferentes
adaptados a cada circunstancia.
La maquinaria de climatización normalmente la entrega a puerta de calle el fabricante, pero se necesita un servicio que mueva el aparato de aire hasta su lugar de ubicación definitiva, normalmente a través de escaleras con máquinas trepaescaleras, con grúa por ventana o azotea, izándolos a través de hueco de escalera o hueco de forjado hasta entreplantas.
Los que se han de colocar en azoteas o cubiertas de edificios, los desplazamos a través de la grava o cantos rodados con planchas de reparto de cargas, y saltando tuberías y conductos hasta llegar a izarlos sobre las peanas, pasarelas o estructuras metálicas donde se han de colocar sobre sus silentblocs.
Algunos equipos de refrigeración industrial suelen tener que situarse en sótanos, altillos, habitaciones cerradas e insonorizadas, etc.
Siempre llevamos a cabo el traslado completo, desde su lugar de ubicación original hasta su lugar de colocación definitiva, salvando todos los obstáculos durante el recorrido.
Hay veces en que no es posible llevar la máquina en su posición vertical, pues hay alguna zona del trayecto con poca altura de paso disponible, y entonces nosotros inclinamos o tumbamos la máquina con nuestras herramientas especiales, tanto en interior como en exterior de edificios. Protegemos el suelo con planchas de reparto de cargas cuando es necesario.